Reflexión tras el 8M


Hoy, un día después de la gran manifestación y parón nacional para reclamar los derechos de la mujer, me senté a pensar un rato. ¿Qué ha cambiado? ¿Qué cambiará? Si sólo ha sido un día, algo no va bien. Pero creo que si expreso mis ideas feministas (igualdad de sexos) por puntos avanzaremos más rápido:

  1. El cambio de paradigma de género: a mí me habría gustado ser visible en la manifestación de ayer, pero por el simple hecho de tener pene no he podido hacerlo cómo me hubiera gustado. Reconozco que esto no me importó tanto, pero sí que me hizo pensar si es éste el modelo al que nos conduce el feminismo (algo paradójico por definición). El feminismo reclama la igualdad de derechos de la mujer frente a los del hombre, hasta aquí todos de acuerdo; el problema está en que ayer había dos normas básicas de actuación para la mujer y una para el hombre y no eran precisamente a favor de la igualdad. Estas eran:[1]
    1. Si eres mujer:
      1. "Acude en primer lugar a la sección no mixta", tienes que "ser visible"
      2. Si lo deseas (algo difícil teniendo en cuenta que contradice la primera normativa), acude a la sección mixta con tus amigos, pareja, etc. (varones)
    2. Si eres hombre:
      1. "Encárgate de las labores que desempeñan todas las mujeres de tu alrededor" y ya, si eso y como último punto, "acude a la sección mixta sin molestar"
Es decir, la discriminación que existe hacia la mujer la estamos encaminando hacia el hombre. Como hombre “sólo puedes hacer esto”. Podría explayarme mucho en este punto, pero he dicho que deseo ser breve y por eso me limitaré a mi fiel compañera, la historia, que tanto me enseña. ¿Saben lo que fue el movimiento “panteras negras”? O más fácil aún, ¿sabiendo que los israelitas son muy buenos conservando su historia y sus tradiciones, que ellos fueron los primeros en saber lo que es la discriminación por el hecho de ser diferentes, qué opinan del conflicto palestino-israelí
No me arrepiento de ser hombre ni de tener pene, reconozco la desigualdad que existe y deseo cambiarla (ya la cambio hasta donde puedo llegar como individuo), pero la desigualdad no se arregla cambiando a los jugadores sino cambiando las reglas del juego. Sinceramente, creo que lo de ayer se hizo más como "juego" que como reclamación, y eso estaría bien si la partida no hubiese sido traducida como “son los hombres quienes deben caminar por detrás de las mujeres” (porque es lo que vi, recordemos que a las mujeres se les pedía que priorizasen el grupo no mixto)
  • 2.      Pasado presente y futuro: el día después quizá sea demasiado pronto, pero como feminista que soy me pregunto qué ha cambiado y qué cambiará. Una compañera, al argumentarle que no veía  bien estas reglas de juego para el 8M (básicamente las trabas para el "como hombre, tú no debes acudir"), me dijo que no podía ser yo así, que era “sólo un día”. Entonces… ¿para qué todo esto? Precisamente hay que hacer que esto se normalice (luego me centraré en esto). Apoyo y me enorgullezco de lo que vi ayer a pesar de no haber sido un jugador (y sí, sigo diciendo jugador), de verdad, pero si nada va a cambiar, ¿sirvió de algo? Creo que después de lo de ayer no nos podemos quedar aquí, viendo el respaldo que tenemos (los y las feministas) creo que es necesario empezar a actuar y dejarnos de jugar. Esa reclamación no debe ser de ayer, debe ser el hoy de cada día. Si sólo fue un espectáculo, lamento decir que prefiero los de calidad, los que te hacen pensar, los que cambian el mundo…


  • 3.      La espectacularización: el día del orgullo gay es casi un circo para que el resto de los 364 días del año los homosexuales sigan siendo apaleados y discriminados, el día internacional contra el cáncer hace que nos pongamos un ridículo lazo rosa y nos creamos los salvadores de la humanidad durante un día, el día de la mujer trabajadora hace que durante un día las mujeres tomen la calle… El carnaval se originó precisamente como eso, un espectáculo de desenfreno antes de volver a una estricta realidad. Creo que estos días perjudican más que ayudar, sí, es verdad que hacen visibles la situación, pero la memoria colectiva tiende a olvidarse de todo espectáculo a la semana de haber ocurrido. ¿Entienden ahora por qué lo he llamado “juego”? Esto es sólo una dosis de desenfreno en la cruda realidad, es sólo el juego de mesa del fin de semana para olvidarse del trabajo. ¿No será mejor trabajar cada día a día por cambiar las reglas y hacer que lo normal es que no existan días de reclamación porque esté todo normalizado? Insisto, yo veo bien el día de ayer, de hacerlo visible, pero me parece muy hipócrita dejarlo ahí y mañana volver al “eres mujer”. ¿No me creen? Bueno, pues sólo hace falta echar un ojo a una de las páginas en las que leí las recomendaciones para “hombres y mujeres en el 8M”, sólo un día después (adjunto imagen): de nuevo la mujer es publicitada como un gran objeto mientras que los hombres son los que te dicen cómo actuar… En fin, sólo fue un día…



  • 4.      La sociedad es cada vez más divergente y heterogénea: por suerte hoy diferenciamos entre sexo, sexualidad e identidad sexual (puedo tener vagina –sexo-, gustarme las mujeres –sexualidad- y sentirme mujer –identidad sexual-). No acabo de entender cómo, después de siglos donde sólo el sexo era visible, hacemos que sólo importe de nuevo el sexo más que la identidad y la sexualidad. En el día de la mujer se reclamó el derecho de la mujer, es decir, de la que nace con vagina; lo veo bien, pero creo que eso nos limita mucho de nuevo. Es toda la sociedad quién debe aprender a respetar y valorar a cada uno de los individuos que la integran por igual, mirar de nuevo a la sexualización me parece más retroceso que avance. Dirán ahora “ya, pero para eso existe el día del orgullo gay” o algo similar… pues eso, otro espectáculo para limitar al individuo en la sociedad que se desarrolla”.


Creo que esto es todo lo que opino, resumido en la igualdad de sexo, sexualidad e identidad sexual, asumir lo que cada uno es sin temer represalias por ser quién es. Yo ayer me sentí oprimido por ser hombre; quizá sea esto bueno para muchos hombres, pero ¿no creen que lo que hay que cambiar es la mentalidad con la educación y no la secularización del sexo? No se nos tiene que enseñar a los hombres lo que es sentirse reprimidos (y menos sólo por un día), ni siquiera creo que haya que enseñarles a los hombres que reprimen lo que es ser reprimido (venganza). En fin, creo que lo de ayer fue muy bueno, se vio que la sociedad apoya la igualdad (al menos en teoría y grandiosidad), pero por favor, que no sea sólo una jornada espectacular de discriminación sexual.


Radagast
(El blog no se hace responsable de la opinión de sus redactores)

[1] Y esto no lo digo yo, todo lo entrecomillado está sacado de los consejos que dieron en panfletos, o páginas web como Cadesa Ser y Divinity (https://www.divinity.es/mujeres/huelga-feminista-8-marzo-hombres-que-hacer-mujeres-paro-manifestacion_0_2526300914.html).

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