Solicitud para libertad auditiva: intrusismo musical y gusanos de oído

Sí, sabes que es eso de un tema "pegándote", seguro que te ha pasado hoy, oír la melodía llamándote y pensar "se me ha pegado esta canción"(gusano musical). Tú, tú odias que te obliguen a escuchar, vas a cualquier sitio y ahí está otra vez "su plan", sólo con pensarlo se acelera el pulso... Ya te está cansando más de lo normal, cada vez que lo intentas se te pega aún más, intenta tomarlo sin ningún apuro
Intrusismo, esa esclavitud es el intrusismo, dejas que te diga cosas al oído porque no eres consciente de qué te ha ocurrido (intrusismo musical)
Estos dos fenómenos son el "Intrusismo musical" y el "gusano musical"(earworm). Supongo que te habrás dado cuenta, pero de no ser así entenderás estos dos fenómenos musicales tan curiosos si lees el primer párrafo... Despacito.

Podríamos definir "intrusismo musical", fuera del concepto de "intrusismo laboral", como un fenómeno en el cual un sujeto está expuesto a escuchar música aun cuando éste no se percata de dicho acto. Me jugaría el cuello a que, consciente o no, escuchas música alrededor de 10 horas al día: te despiertas y pones las noticias de la radio (ahí está la música), sales a la calle para hacer lo que quiera que hagas en la calle (y en la cafetería de la esquina está la música), vas a la piscina a darte un baño y "tomar el sol" (y ahí hay un grupito con música puesta en un altavoz). Sabes, yo odio el "intrusismo musical", para mí es como que me obliguen a comer sin tener hambre, estoy saciado ya, ¡no quiero más! Siempre que voy en el bus, a la piscina, etc. y alguien pone música en alto -sea ésta popular urbana, folclórica o clásica- pienso tres opciones: la primera consiste en regalarle unos auriculares, la segunda en cantar lírico junto a él y la tercera en comprarme también yo un altavoz y unirme a él con un poquito de Stockhausen, Schoemberg o A. Berg, Boulez, Messiaen, Ligeti... Al final me decanto por moverme de sitio pero, como a cinco metros se repite el fenómeno, intento no pensar en ello... intento.
Cuando estoy "obligado" a escuchar, me vuelvo un poco Cage y filosofo acerca de la música.
Primero pienso en el libre albedrío y cuán escasa es la libertad incluso a nivel sentimental: ¿acaso he decidido escuchar esa música?¿me han preguntado si deseo escucharla?; después me pongo un poco cartesiano, pero como no soy muy de matemáticas, reculo a lo freudiano y me pregunto: ¿soy consciente de lo que percibo por los sentidos?¿cuánto tiempo llevo escuchando este tema del cual me acabo de percatar?; para terminar me amargo "la existencia" y "Juan Pablo" viene para decirme ¡tú, recuerda que el hombre no es otra cosa que lo que hace de sí mismo! entonces me planteo: ¿cuál es la finalidad de esta música si no tengo libertad de decisión hasta el punto de no ser consciente de su existencia y sin embargo existimos? Como tantas otras veces en mi vida, no encuentro respuestas que acaben de satisfacer estos interrogantes. Sólo quiero pedirte una cosa, y no digo que la cumplas con todo el mundo (hay gente que adora el intrusismo musical hasta formar un dialelo, son principalmente un cuarenta por ciento los que no caen en esta pescadilla), ¡no me obligues a escuchar tu música!¡Me conformo con escuchar lo que YO decido (sea heavy metal, pop, renacentista, gregoriano, noise...) y cuándo yo deseo. Si no decido escuchar, loopéame un 4'33'' hasta que me decante por oír otra cosa. ¡¡Ah!! ¡Sólo una cosa más! Si me respondes "pues no lo escuches" (a lo cual podría responderte hablándote de Kant, los límites de la libertad... algo que no haré) ten en cuenta lo siguiente, tú también tienes libertad para no escucharme cantar lírico o mi predilecta Ursonate.

Hablemos ahora del "Gusano musical", en inglés earworm, un fenómeno estudiado por la musicología (Seabrook, Pawley), por la neurología (Sacks) e incluso por la psicología cognitiva (Mullenstein). Podríamos definirlo como ese fenómeno por el cual una canción "se te pega" y no puedes quitartela de encima. Creo que para meditar acerca de él es necesario entenderlo desde las ciencias que lo han estudiado.
La neurología ha estudiado como este fenómeno, sobre todo desde el libro "Musicofilia" de Sacks, es bueno cuando la canción te gusta y disfrutas con ella, "es como tener un mp3 conectado directamente al cerebro", el problema, y es malo, cuando no puedes dejar de escucharla, cuando se convierte en autointrusismo musical. La sicología ha demostrado cómo se puede producir para mantener un estado de ánimo, es decir, al "pegársete" esa canción te mantienes de buen humor y no piensas en aquello que quiera no desees pensar; también lo define en términos empáticos, lo cual desde el mismo Platón se ha dicho, esto es, la música es capaz de alterar nuestras emociones (y si no me crees piensa en ti, ¿acaso no escuchas temas tristes cuando estás triste?¿temas de desamor tras un engaño amoroso?¿temas inocuos o naif cuando estás feliz? La musicología lo definió como producto musical, etiquetando al género como "comercial", es decir, entiende que el "gusano de oído" es una especie de infección producida en un laboratorio musical, o lo que es lo mismo, se trata de un tema musical diseñado precisamente como producto, como algo de consumo que crees necesitar; por suerte la musicología poco a poco abandona este concepto que les servía para justificar una música por encima de otra (la etiqueta "comercial" se uso por la mal denominada música clásica para rechazar la música popular urbana, se empleo por el rock para rechazar el pop y, actualmente, por el pop para rechazar el reguetón y el género denominado "electro latino"). 
Entonces, ¿qué opinión merece el "gusano musical"? Si atendemos a los razonamientos que de él se nos da no es malo, excepto si cala tan hondo que no te lo puedes quitar de encima (a lo cual los "expertos"  recurren a una especie del talión musical, al principio de "un clavo saca otro clavo", mete otro gusano que se coma al anterior). ¿Lo que a mí más me gusta del "gusano musical"? ¡Qué me permite tener mi propia banda sonora en alta definición sin necesidad de compartirla con nadie! (a no ser que me ponga a cantarla, claro).


Por Radagast

Lecturas recomendadas:
  • Web
    • Bonafonte, Carla. Gusanos musicales: canciones que se pegan (Agosto 2016): http://www.psiquentelequia.com/gusanos-musicales-canciones-pegadizas/
    • Chatterjee, Rhitu. "¿Por qué se nos pega una canción", en The World (Marzo 2012): http://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/03/120308_gusanos_musicales_jgc.shtml
    • Colado, Pablo. "¿Qué es un gusano auditivo?", en Muy Interesante: https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/que-es-un-gusano-auditivo-641455186512
  • Libros

    • Drösser, Christoph. La seducción de la música. Los secretos de nuestro instinto musical (Barcelona: Ariel, 2012
    • Lebrecht, Norman. ¿Quién mató a la música clásica? (Madrid: Acento Editorial, 1998)
    • Sack, Oliver. Musicofilia. Relatos de la música y el cerebro (Barcelona: Anagrama, 2009)
    • Seabrook, John. La Fábrica de Canciones (Barcelona: Reservoir Books, 2017)


Comentarios

  1. Yo me decantaría por poner un altavoz con "Gesang der Jünglinge" a todo volumen en aquellos lugares donde haya otra u otras personas con altavoces. Y cantarlo.

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